Un sonido inicia la fiesta. O, más bien un “pop”, siempre el mismo, como si fuese una ceremonia. Cuando el corcho de una botella de champagne salta por los aires, todos saben que se ha dado el pistoletazo de salida y que la fiesta puede realmente comenzar. ¿Y cuándo terminará? Eso, nadie puede decirlo.

El champagne es un vino único. El vino de las fiestas y las celebraciones. Las grandes ocasiones y los momentos inolvidables. Es el vino que no falta en las mejores mesas, en las celebraciones más especiales. A Madame Clicquot, experta en el art de recevoir, le gustaba decir que sus champagnes tenían que mimar «a la vez el paladar y la vista». Incorporemos también su espíritu. Porque el champagne se bebe siempre con la mente tranquila y alegre.

Este verano, una vez más, prepara una auténtica mesa de fiesta o disfrute en pequeño comité de su copa de Yellow Label en su jardín o terraza. Coloque las copas de la firma Veuve Clicquot, perfectas para dejar espacio a las burbujas y conservar los aromas del champagne. Y luego, preste atención, un simple “pop” y el momento de alegría y celebración podrá comenzar con Veuve Clicquot Yellow Label.

Veuve Clicquot Yellow Label consigue reconciliar dos elementos opuestos: la complejidad y la sedosidad, y mantenerlos en perfecto equilibrio con un aroma intenso y mucha frescura. Esta capacidad de agradar lo hace ideal como aperitivo y perfecto como champagne para acompañar una comida.

¡Disfruta de Veuve Clicquot Yellow Label este verano adquiriendo el pack con dos copas!

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