Solomillo Wellington

1. Marcamos el solomillo por todos los lados en una sartén con muy poco aceite, sellándolo perfectamente con una costra que lo envuelva. Lo retiramos de la sartén , y lo recubrimos por todos los lados con la mostaza Dijon, siendo generosos en esta operación.
2. En la misma sartén para aprovechar los jugos de la carne y añadiendo una gota de aceite, prepararemos la farsa para recubrirlo. Picamos finamente el champiñón y la cebolla en brunoise y los pochamos en la sartén, cuando esté bien pochado añadimos el foie , dejando que se forme una masa compactada. Salpimentamos y reservamos en un bol para dejarlo enfriar.
3. En un papel film , extendemos las láminas de jamón bien estiradas y sobre ellas formamos una fina capa con la farsa que hemos preparado previamente, con la ayuda de una brocha. A continuación, ponemos el solomillo y enrollamos con el papel film, haciendo un rollo y cerrando las puntas, a forma de papel de caramelo. Introducimos en frío durante media hora para que quede compacto.
4. Una vez que el frío haya dado consistencia a nuestro rollo de solomillo, retiramos el film transparente. Extendemos la lámina de hojaldre y colocamos el solomillo, envolviéndolo cuidadosamente en ella.
   Batiremos el huevo y con la ayuda de una brocha cubriremos el hojaldre con el huevo. También es conveniente que pinchemos la masa para que salga el aire y el hojaldre quede bien estructurado.
5. Precalentamos el horno a 200º y una vez alcanzada la temperatura introducimos el solomillo por espacio de 20-25 minutos. Transcurrido este tiempo lo sacamos y lo dejamos reposar durante otros 5 minutos más. Procedemos a cortarlo en medallones y servirlo.

Y ya está listo para disfrutar, ¡buen provecho!