El marisco es uno de los mayores manjares que tenemos en nuestro país y uno de los preferidos para los paladares más exigentes.  El pasado lunes 9 de noviembre,  terminó la veda de la centolla gallega en A Coruña y Pontevedra, un período en el que se prohíbe la captura de esta especie. Por lo tanto, a partir de esta semana podremos empezar a ver a una de las grandes estrellas del marisco en tiendas.

La veda de la centolla es una medida que contribuye a la preservación de esta especie protegiendo su reproducción y favoreciendo una explotación más sostenible.  Nuestro proveedor, Mariscos O Grove,  respalda esta medida para poder ofrecernos las mejores piezas de calidad, en su punto optimo para el consumo y respetando el proceso reproductivo de estas especies.  Es responsabilidad de todos preservar la riqueza y la fauna de nuestro país. Por ello, es importante rechazar los ejemplares de centolla ovadas que podemos encontrar en el mercado.

Para que te animes a probar este manjar de las costas gallegas y lo puedas incluir en tus recetas estrella, te recomendamos una receta deliciosa.

Croquetas de centolla gallega

Ingredientes

100 gr de carne de centolla cocida

50 gr de aceite de oliva virgen extra

90 gr de harina

375 gr de leche

Jugo de la cabeza de centolla

Pan rallado

Huevo para rebozar

Sal

Preparación

  1. Cocer el centollo con abundante agua.  Quitar y desmenuzar la carne  en pequeños trozos. Reservar la cabeza para más tarde.
  2. En una olla o sartén honda añadimos aceite y lo dejamos calentar. A continuación añadimos poco a poco la harina y removemos poco a poco durante 2-3 minutos.
  3. Añadimos leche caliente y el jugo de la cabeza de centolla que habíamos reservado y removemos hasta que notemos que empiece a espesar. En ese momento añadimos la carne de la centolla. Cuando espese lo retiramos del fuego.
  4. Cuando la masa esté fría, le damos forma de croquetas y las cubrimos con pan rallado.
  5. Antes de freírlas, pasaremos las croquetas de centollo por huevo batido y por pan rallado de nuevo.
  6. Las freiremos en aceite muy caliente, pendientes de que nos queden doraditas por fuera y hechas por dentro.
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